Sobre “Esterno notte” y el secuestro y asesinato de Aldo Moro

Desde que vi el primer capítulo de “Esterno notte” pensé que me encantaría trabajar en una serie así. Está dirigida por Marco Bellocchio, dividida en 6 capítulos de unos 45 minutos, a lo largo de los cuales se narran los hechos ocurridos en Italia, entre los primeros días de marzo al 9 de mayo de 1978. El período en el que se produce el secuestro y el asesinato de Aldo Moro.

En medio de una crisis política, en la que el gobierno de la nación se encuentra en plena negociación de un acuerdo histórico con el Partito Comunista Italiano (PCI). Es la primera vez en la historia contemporanéa en la que un país occidental, se produce un pacto entre el bloque más conservador, la Democrazia Cristiana (DC) y la izquierda comunista del PCI. Todo ello traerá una moción de censura y un más que probable cambio de tendencia y de gobierno en Italia. Así que, con este acuerdo sobre la mesa son varios los grupos políticos los que están en contra. Por un lado, la oposición del gobierno italiano, pero no sólo ellos. El mundo se encuentra inmerso de lleno en la Guerra Fría y otros países, como EEUU, Inglaterra o Alemania, miran de reojo esta alianza.

Un reconocido miembro del PCI, Leonardo Sciascia,  lo plasmó en su obra “El caso Moro”, cargada de polémica entre los partidarios y los opositores de uno y otro bando. 

En una entrevista en la Revista Triunfo, al propio Sciascia, publicada en diciembre de 1978, realizada con motivo de la publicación de “El caso Moro”, en España. La revista dedicó unas cuántas páginas a esta obra y mantuvo una conversación al respecto con el autor, que en ella, dijo:  “Lo único que se podía hacer para demostrar que el estado existe, era sacrificar a su máximo representante, Aldo Moro”. No debió dejar indiferente a nadie porque he encontrado más artículos y entrevistas relacionadas con ambos durante esos años en la misma revista Triunfo y en otras publicaciones de todas las tendencias ideológicas.

Aquel libro, “Il caso Moro”, cayó ante mí hace ya bastantes años, en una asignatura de literatura italiana durante la universidad. Por aquel entonces yo debía de estar en otras guerras y me di al “umorismo” de Pirandello, la obra fantástica de Rodari e incluso al Decamerón de Boccaccio, y dejé de lado a Sciascia y a Aldo Moro.

Retomando la serie de Bellocchio, el ex primer ministro de la república italiana es Moro, en ese momento es el presidente de la DC y defiende el acuerdo con el PCI. El 16 de marzo se celebra la ceremonia de investidura de esta nueva formación de gobierno, pero las Brigatte Rosse asaltaron a los escoltas y el coche oficial que llevaba al presidente de la DC. Acabaron con la vida de todos ellos y se llevaron a Moro. El secuestro se prolongó durante 55 días de incertidumbre, de miedos, de especulación, de negociación, de esperanza… 

Y cuando decía antes que me encantaría trabajar en una serie así lo decía por los detalles de la ambientación, la caracterización de los personajes, el vestuario de finales de los 70s, la documentación histórica, todo lo que le da tanta veracidad al relato. Aspecto que destaca especialmente y que llamaron mi atención desde el primer momento.

Además, la estética general de la fotografía, la manera en que está rodado te planta directamente en esos meses de la primavera de 1978. Donde nunca he estado, pero que gracias a Belocchio he vivido en tensión, con curiosidad, con dudas de hacía dónde irá toda la trama y eso que el final lo conoces de antemano.

La documentación e investigación, como ya he dicho, muy cuidada, se ha llevado a cabo en diferentes archivos, bibliotecas, centros de documentación y hemerotecas históricas.

Entre ellos destacan los siguientes: 

Cuando estaba inmersa en los capítulos, una amiga a la que ya se la había recomendado, me envió este podcast ¿Por qué no conviene aprender historia a través de las series?: de The Crown a Exterior noche. En él hablan de varias series históricas / historiadas y algunas licencias de guión que cambian la Historia (con H mayúscula). La que hace referencia a Esterno notte es verdad que es visualmente impactante, pero no creo que haya cambiado mucho el relato. Al menos a mi, que ya había pasado por ella cuando lo escuché, no me cambió la perspectiva ni el rumbo de la historia. Aún así, entiendo el debate sobre lo que significa, a nivel de credibilidad y veracidad de la imagen para el público y la capacidad crítica (o no) del espectador…

Siempre me ha llamado la atención que la escena de los fusilamientos del 2 de mayo de Goya se cuestione menos que una fotografía de cualquier conflicto bélico del siglo XX, donde se suele poner en duda la intención del autor al elegir un ángulo, un encuadre o una escena concreta en lugar de otra, pero nadie se hace esas mismas preguntas cuando mira el cuadro del artista aragonés de Fuendetodos y cree que lo que está viendo fue así.

No obstante, al final de cada capítulo se muestra un rótulo en el que deja claro que los hechos y que algunas de las situaciones, los nombres de algunos personajes, de los partidos políticos y los actos públicos y privados han sido reinterpretados. Por lo tanto, parece claro que no todo es como se muestra. Ampliar esa información dependerá de la curiosidad del espectador.

La estructura de la serie se presenta de manera monográfica. Cada capítulo está enfocado en un personaje o grupo de personajes y da la visión de uno u otro. Con lo cual se van mostrando piezas de un puzzle que no está completo hasta las escenas finales del último capítulo. Éste concluye en un collage de archivo audiovisual extraído de la RAI. Y los capítulos, pues, primero, Aldo Moro, le sigue El ministro de interior, después El Papa, a continuación Los terroristas, para ir cerrando Eleonora y por último, El fin. El desenlace que ya conocemos.

El hecho histórico ha ocupado otros espacios con anterioridad, en 1986, Giuseppe Ferrara contó Il caso Moro. Y el propio Belocchio habló del caso de Aldo Moro en 2003, en el largometraje “Buongiorno, notte”, desde un punto de vista diferente. No he visto ninguna de las dos, las dejo en esa lista de “pelis pendientes”, que nunca disminuye, porque cuando sale una entran dos… como ahora.

Si os habéis quedado con ganas de ver Esterno notte, y no sabéis donde encontrarla, está disponible en Filmin.

Y, cosas de la vida, en los últimos meses estoy inmersa en una producción que guarda cierta relación con la serie “Esterno notte”. Cuando empecé a verla no sabía que a estas alturas iba a estar en este proyecto. Siempre buscando unir temáticas, conceptos, aunque sea semánticamente, buscando relaciones de aquí y de allí como para justificar vete a saber qué. No lo puedo evitar. Será casualidad, serendipia o será que mi cabeza funciona así.

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Tres minutos de metraje encontrado…

Hace unos días un amigo me recomendó ver la película “Tres minutos: una exploración”. Me dijo: “Creo que te gustará, si no, de todos modos, es cortita.” Conociendo su criterio le respondí: “La veré y te cuento. ¡Gracias!”. La vi y se lo agradecí aún más.

Está disponible en Filmin “Tres minutos: una exploración” (2021, Bianca Stigter)

El punto de partida es el hallazgo de varios rollos de película Kodak de 16 mm., algunos en color y otros en blanco y negro. Los encontró, en 2009, Glenn Kurtz, en la casa de sus abuelos en Palm Beach Garden, Florida. No tenía ni idea de lo que contenían, pero poco a poco fue desgranando la historia que se había quedado congelada en esos rollos de celuloide. Probablemente el metraje total fuese más largo, pero por su estado de conservación quedó reducido a poco más de 3 minutos de película doméstica, recuerdo de un viaje por Europa. 

El abuelo de Glenn era David Kurtz, nacido en 1888 en Polonia, era un emigrante polaco, que llegó a EEUU con apenas 4 años con el resto de su familia. En los  años 30 del siglo XX, ya casado, vivía en Brooklyn, Nueva York.

En junio de 1938, compró una pequeña cámara de cine para aficionados. Se trataba de  la Magazine Ciné-Kodak, un modelo que Kodak lanzó en 1923 para aficionados a captar imágenes en movimiento, cuya novedad era que utilizaba una película reversible de 16 mm. en soporte de acetato de celulosa, denominado safety (seguro) en contraposición al nitrato, que en determinadas condiciones de temperatura y humedad era autocombustible. Es más que probable, que la cámara de David, de 1938, fuese el modelo evolucionado que se empezó a comercializar en 1936.

Sea como fuere, cuando adquirió la cámara, seguramente ya sabía que viajaría con su esposa y unos amigos, durante unas semanas por Europa aquel verano. El mismo verano, que sin saberlo aún, el continente se deslavazaría y acabaría en un genocidio y una ocupación fascista que marcaría una profunda herida en la historia de la humanidad.

En agosto de 1938, los Kurtz y sus amigos recorrieron Suiza, Países Bajos, Francia e Inglaterra, y de manera inesperada, incluyeron Polonia en su recorrido. Alquilaron un coche en Varsovia y recorrieron algunas pequeñas ciudades de su país de origen. 

ver nota al pie núm. 2

La película de Blanca Stigter se presenta como una clase magistral de cómo desarrollar una investigación fílmica basándose en el material original. Mientras, una voz en off relata cómo fueron identificando los lugares: la ciudad, las calles, el comercio y a las personas que saludan a la cámara a su paso. 

Cómo afrontaron algunas dificultades dentro del proceso, ya que el material estaba muy deteriorado afectado, en gran parte, por descomposición acética del celuloide (síndrome del vinagre), contraído, abarquillado, agrietado. Se podría decir que era un muestrario completo de los males que pueden llegar a afectar al soporte físico de una película. Sin embargo, siendo consciente de la importancia histórica de las imágenes, Glenn decidió depositar los rollos en el United States Holocaust Memorial Museum, donde se encargaron de restaurar, digitalizar y difundir el resultado con la colaboración de ColorLab. Y que actualmente se pueden ver online aquí y saber más sobre el material de archivo aquí.

A partir de esos 3 minutos de película, Glenn inició toda una investigación fílmica e histórica: ¿dónde estaban?, ¿qué lugar es el que sale en sus películas?, ¿Berezne? no, no lo era. ¿Nasielsk? La puerta tallada de una sinagoga le da la clave de la localización. Muchos de los niños y adultos que aparecen delante de la cámara eran judíos, al inicio de una mala época para serlo. La invasión nazi tardó poco tiempo en alcanzarles. 

Parte del metraje se había rodado en blanco y negro y parte en color. Y llama la atención la conservación de los rojos: el vestido rojo, el lazo rojo, las flores rojas… Es imposible no recordar a la niña del abrigo rojo en “La lista de Schindler” (1993, Steven Spielberg).

Lo curioso es que con ese breve metraje la directora consigue contar la historia en una pieza documental de poco más de una hora. En ella, repite esas imágenes centrando la atención cada vez en algo diferente. Juega con zooms, paneos, ampliaciones, cambios de velocidad, bucles y cambios de encuadre. Todo el montaje visual está acompañado de una narración a la que da voz Helena Bonham Carter, que avanza poco a poco, mientras entra y sale de la historia. Lo decora con algunas anécdotas de algunas de las personas que salen en las imágenes. La mayor parte, fallecidas, otras desaparecidas, pero todas y cada una con una pequeña historia de vida detrás. 

Notas al pie:

  1. Toda la investigación hecha por Glenn Krutz quedó recogida en el libro: Three minutes in Poland: discovering a lost world in a 1938 family film, que Glenn Krutz publicó en 2014.
  2. Mapa de Polonia: Poloniae regni amplissimi in quo abundantiam silvarum paradisum Venatorum, realizado por Eliasz Kanarek y Tadeusz Lipski en 1938, por encargo del gobierno de Polonia para la New York World’s Fair de 1939, para mostrar los recursos naturales de la nación representado a sus vecinos, Alemania y Rusia, de una forma poco amistosa. Por ello, durante la feria las delegaciones soviéticas y alemanas se incautaron de la mayoría de las copias.
    (aquí podréis leer más información sobre la historia que rodea a este mapa)
    (fuente: DPLA Digital Public Library of America. American Geographical Society Library Digital Map Collection)
  3. “El Cartógrafo, un mapa del universo dramático de Juan Mayorga”, de Zoe Martín Lago, sobre la obra teatral de Juan Mayorga, situada en un gueto judío de Varsovia.
  4. Un bonus track, una recomendación inspiradora de historias pequeñas que acaban siendo grandes. El podcast Historias de las buenas de Nuria Pérez y su equipo.“La niña de los ojos verdes”, empieza con la historia de una escritora que fracasa en la presentación pública de su primer libro y te lleva la mano a un gueto judío de la Polonia invadida por los nazis.
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Software para la gestión documental en proyectos audiovisuales

Hace unos meses publiqué en Biblogtecarios un post en el que recopilé varios softwares y aplicaciones que son útiles para la gestión documental en proyectos audiovisuales.


Como en otras ocasiones, dejo por aquí un breve resumen y el enlace de acceso al artículo completo:
Podréis encontrar una selección de herramientas software, aplicación web o similares, para la gestión y organización de la documentación en diferentes formatos dentro de los proyectos audiovisuales: fotografías, videos, grafismos, etc. Algunas de ellas permiten dividir la documentación en carpetas o bloques y etiquetar los elementos, dentro de un mismo proyecto para promover el trabajo en equipo y la colaboración entre departamentos de manera sencilla, ágil y eficiente.

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Paraíso: objetivo ambientar la década de los noventa

En la primera semana de junio, se estrenó en Movistar+ la serie Paraíso, creada por Ruth García, David Oliva y Fernando González Molina y dirigida por éste último y producida por Mediapro Studios (Globomedia). Se ha presentado como una serie de ciencia ficción, fantasía y aventuras de un grupo de adolescente que recuerda a otras como Stranger Things, Verano azul o películas de los 80 como Cuenta conmigo o Los Goonies. La acogida entre los espectadores parece que ha sido buena, así que en estas semanas ha dado comienzo el rodaje de la segunda temporada.

Por mi parte, vengo a destacar la importancia que el equipo creativo y artístico de la primera temporada quiso darle a la ambientación y a la estética de la época. La mayor parte de la trama transcurre en los años 90, en un pueblo de la costa levantina, Almanzora. Momento y lugar marcados por la música techno, las discotecas en lugares alejados de poblaciones habitadas y las drogas de diseño. Quizás todos los elementos no estén presentes en la serie, pero se respiran en el ambiente.

De manera más palpable nos encontramos con referencias como marcas, productos, series de televisión, videojuegos, colecciones de libros y grupos pop, que compartían espacio e imaginario con la Ruta del Bakalao entre grupos de chavales que pasaban el verano con la libertad que daba una bici Motoretta GAC o una motocicleta de cross, para recoger esos parajes aparentemente amables antes de que nada haya sucedido, antes de que la trama se haya convertido en algo sobrenatural.

Mi experiencia
Pasé seis meses como persona de apoyo al equipo de arte compuesto por: Imanol Etxeberría, Antón Laguna, Paco Juez y Serafín González. Ellos muy acostumbrados a trabajar juntos y funcionando como una maquinaria perfecta. Mientras tanto iban pasándome sus demandas sobre búsquedas de documentación y referencias para crear ese imaginario que querían conseguir y que se ha conseguido con nota, para que se viese en la pantalla lo más parecido posible a lo que fue aquel histórico 1992 en España.

Según las notas de producción de Antón: «A veces es más fácil hacer época de siglos anteriores, que de los años 90 del siglo pasado, pues es un matiz muy sutil, por no estar tan lejana en el tiempo y recurrir a localizaciones naturales existentes que se  puedan adaptar con intervenciones relativas de mayor o menor calado». No le falta razón.

Vamos a ambientar Paraíso. Años 90
La serie está repleta de iconos de la época, algunos más perceptibles que otros, pero todos presentes. Por aquel entonces, lo habitual era pasar los días de verano en la calle y cuando estás en un pequeño pueblo de playa como Almanzora, nada puede salir mal (o sí). Los chicos meriendan entre la sala de recreativos y la playa, jugando a Street Fighter o Super PANG, bebiendo zumos o refrescos, comiendo helados o bollería, lejos de las miradas de los padres, que confían en la tranquilidad del pueblo.

Cuando no están en los recreativos siguen con destreza jugando a la Game Boy o compartiendo los auriculares del walkman con cualquier casette con las canciones del verano. Todos fantasean con sus series de televisión favoritas, por aquel entonces, Sensación de vivir o Pesadilla en Elm Street adornaban las paredes de sus dormitorios, compartiendo espacio con ídolos musicales como Alaska, OBK o Mecano, rodeados de revistas de misterio como Más Allá o la desaparecida SuperPop, que se mezclaban con libros de Elige tu propia aventura o tebeos de Mortadelo y Filemón.

Otros elementos que marcan épocas son los coches, las cabinas telefónicas, los logos de las diferentes marcas o el aumento de micrófonos de las diferentes televisiones de la época: los primeros canales privados y las primeras cadenas autonómicas, que se harán más presentes en el despliegue de medios que cubren los acontecimientos que desbordan la trama y la calma en un determinado momento.

Además se cuidaron algunos detalles que quizás al espectador le pasen desapercibidos, como los carteles que cuelgan en los escaparates de las tiendas, con electrodomésticos, rebajas y ofertas y precios en pesetas, así como las imágenes de archivo de las televisiones donde se ven algunos videoclips o programas musicales con actuaciones en directo.

Más atrezzo
Además de todo lo relativo al presente en Paraíso, ya nos desvelo nada si digo que algunos personajes dan saltos en el tiempo. Así que hubo que localizar material histórico de las primeras décadas del siglo XX, para crear algunos elementos de atrezzo desde cero: varias fotografías antiguas del faro del’Albir, otra de una lonja, algunas de soldados y enfermeras durante la Guerra Civil, un balneario, una presa, una casona en un acantilado, algún puerto o unos mapas…

La prensa escrita de la época se convierte en base de la investigación, así que hay que recopilar recortes y titulares de noticias a lo largo de la historia de Almanzora sobre desapariciones, plagas de animales, hechos sobrenaturales, que llenarán metros de pared o de suelo en algún momento del relato.

Y por último, conseguir una reproducción exacta a tamaño real de un cuadro pintado en óleo entre 1819-1823, por Francisco de Goya, que representa la melancolía y la destrucción, que podéis encontrar colgado en el Museo del Prado pero que querían que estuviese colgado en otra parte… ¿desvelo algo si digo que era «Saturno devorando a su hijo»?

Resolver todo el clearance

Después de disfrutar la ficción sobre el papel y desde dentro en el proceso de preproducción, con cambios en las localizaciones, reescrituras de guión, con alguna consulta curiosa; llegó la parte menos divertida, pero muy necesaria. Era el momento de gestionar el clearance o cesiones de uso de todos (¡todos!) los elementos que potencialmente saldrían en pantalla: vehículos, productos, imágenes de personas, posters, revistas, libros, marcas, videojuegos, etc. En este proceso es importante tener claras las fuentes originales de donde han salido los elementos y ponerte en contacto con cada una de ellas llegar a un acuerdo legal (¡oh, gracias al departamento jurídico!) que cubra las espaldas a la productora ante cualquier reclamación al respecto.

Y fin… esta vez me estoy perdiendo las aventuras de los chicos de Paraíso en el rodaje de la segunda temporada. Espero volver pronto por aquí a contaros más detalles de los proyectos en los que ando inmersa.

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‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’, fuentes documentales en una peli de animación

Aprovechando el Premio Goya al mejor largometraje de animación que recibió la película ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’ recopilé las fuentes de documentación histórica que sirvieron para dar forma a la historía y que de colaboraron en la producción.

Para los que no hayáis visto la película, os diré que en ella se cuenta el origen de Las Hurdes: Tierra sin pan (1933) y cómo se fraguó el rodaje en la región extremeña, de la que fue la primera documental de Luis Buñuel basado en un libro del intelectual contemporáneo, Maurice Legendre.

Aquí podréis ver más detalles sobre las fuentes documentales, los personajes, etc., que publiqué a finales de enero en Biblogtecarios.

Entre ellas:

Además, a raíz de la publicación el post original, una compañera del blog, Ana Doñate, me comentó la existencia de documentación relacionada con Luis Buñuel en el Archivo personal de Max Aub. Desconocía ese fondo relacionado con el cineasta, pero no es de extrañar que exista porque ambos compartieron una larga relación de amistad plagada de conversaciones y correspondiencia de uno y otro lado. No en vano entre la bibliografía de Aub hay referencias a Buñuel en diferentes ocasiones.

Desde aquí, aprovecho, una vez más para recomendar la película de animación. Tanto si conocéis la figura de Luis Buñuel y su obra como si no, os resultará interesante y quizás os despierte la curiosidad de saber más cosas sobre él.

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Proceso de documentación del proyecto ‘Franquismo en color’

Como en otras ocasiones, he dedicado un par de posts al proceso de documentación realizado por un equipo de documentalistas, del que he formado parte, durante los 2 años del proyecto producido por Minoría Absoluta para VEO TV y su canal temático DMAX, que se engloba bajo el título genérico el “Franquismo en color” y que está formado por las siguientes partes:

Si os interesa saber más sobre las fuentes documentales consultadas, archivos públicos y privados, filmotecas, hemerotecas, etc… os invito a visitar el blog colaborativo Biblogtecarios:

Espero haber sido capaz de plasmar en esas líneas al menos la mitad de pasión e ilusión puesta en el proyecto.

¡Qué lo disfrutéis!

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El archivo de los Premios Goya

Hace unas semanas visitamos, Irene Blanco y Rebeca Hernández, la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas, más conocida como Academia del Cine, queríamos saber más sobre ella. Por nuestra (de)formación profesional hicimos una visita de su biblioteca, archivo y centro de documentación. Como, además, somos unas apasionadas del cine, nos centramos en toda la información relacionada con los Premios Goya. Disfrutamos de lo lindo la “excursión” y ahora lo vamos a compartir con vosotros, aprovechando que la Gala de entrega de este año está al caer.

Empezaremos por el principio, con un poco de historia sobre el origen de la institución. Los directores Luis García Berlanga y Carlos Saura, junto a los directores de producción Marisol Carnicero y Tedy Villalba, los actores José Sacristán y Charo López, entre otras personalidades del cine español, se reunieron el 12 de noviembre de 1985 en en el mítico restaurante O’Pazo de Madrid, convocados por el productor Alfredo Matas, en un clima de preocupación por la situación incierta en la que sentían que se encontraba el cine español. De esta reunión, nació el año siguiente lo que hoy conocemos como la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

 

 

Esta entrada se publicó antes en Biblogtecarios, para leer completa pincha aquí.

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Gestión de propiedad intelectual y derechos de autor de materiales audiovisuales

Dentro de una producción audiovisual, ya sea cinematográfica, televisiva o publicitaria, es habitual recurrir a recursos de archivos para darle un segundo uso dentro del nuevo producto. Entendiendo como recursos las imágenes audiovisuales, fotográficas o materiales literarios, por ejemplo.

En esta ocasión, me centraré en lo que ocurre con el material audiovisual y en los pasos que hay que dar en cuanto a la gestión de la propiedad intelectual y los derechos de autor del mismo.

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Digitalización y preservación de archivos audiovisuales

A día de hoy casi el 100%, reservo una pequeña porción, por no generalizar, de las producciones o grabaciones audiovisuales de cualquier entidad pública o privada son digitales. A eso hay que añadir que gran parte del archivo analógico, en formato fotoquímico, se está digitalizando de una u otra forma con diferentes fines: preservación, difusión, etc. Véase, por ejemplo, los archivos fílmicos de filmotecas, museos u empresas de cualquier tipo o los fondos de producciones en televisión.

Tanto la digitalización como la preservación digital traen consigo una serie de pasos que habrá que planificar cuidadosamente para que el proceso sea lo más eficiente posible. Ambos procesos están muy unidos y las decisiones que se tomen a la hora de digitalizar, si es el caso, y afectarán a la preservación de los archivos resultantes. (…)

Esta entrada aparece primero y completa en Biblogtecarios, ver aquí

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Cuando Alma Reville construyó su País de las Maravillas

Alma Reville, además de ser la esposa del «Maestro del suspense», destacó no sólo porque desarrolló y ejerció una notable influencia en la obra de su marido, si no que cultivó su propia carrera cinematográfica, antes y después de contraer matrimonio en 1926. Sin duda fue una de las mujeres pioneras del cine.

Alma Reville
Alma in Wonderland – The Pictures and The Picturegoer magazine (Diciembre 1925)

Alma comenzó como asistente de montaje, un trabajo tradicionalmente considerado «de mujeres» desde los primeros tiempos del cine, a los 16 años en los Twickenham Studios, donde su padre desempeñaba tareas dentro del departamento de vestuario. Posteriormente fue secretaria de edición. Hechos estos que hicieron que, cuando Alma y Alfred se conocieron, a principio de los años 20’s, ella tuviese una experiencia más amplia y rica que su futuro marido. Así que, él supo aprovechar esa experiencia desde su primera película, The Pleasure Garden, en la que ella fue asistente de dirección.

En el viaje de vuelta desde Alemania a Inglaterra, Hitchcock le pidió que se casasen, y desde ese momento, Alma trabajó en casi todas las películas de su marido, a veces acreditada y otras veces de manera más informal. En ellas ejerció de revisora de los guiones, de script, de responsable de la continuidad y del sonido durante los rodajes… El talento de la Sra. Hitchcock resultaba evidente, hasta tal punto que los expertos de la época decían que «el toque Hitchcock tenía cuatro manos y dos de ellas eran las de Alma Reville».

La sra. de Hitch construyó su carrera también colaborando con otros directores, así escribió guiones y realizó otras labores técnicas en The Constant Nymph, The First Born y After the Verdict, entre otras.

Artículo completo de Alma In Wonderland publicado en Pictures and the Picturegoer en Diciembre de 1925 [PDF]
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